cucurrucucu paloma

domingo, diciembre 04, 2005

Interesante desplazamiento de un sábado lluvioso de estudio a Sombras en sábado tropical

Siempre cuando estudio me cuelgo de algo con tal de no estudiar. Aunque el algo sea el vacío, me cuelgo mirándolo. Hoy mi mamá, harta del olor a pucho, me pidió que prendiera una vela. Que ya no se podía respirar, que dejara de fumar, que lo mal que hace el cigarrillo, que mi omnipotencia de pendeja, que esto y que lo otro. Para callarla, busqué una vela que me compré en una feria hace un tiempo con olor (supuestamente) a rosas y la prendí. Siguió habiendo olor a pucho en la cocina de mi casa (mi lugar de estudio) pero mi mamá abandonó sus quejas al ver la velita prendida. Estaba leyendo concentrada por primera vez en toda la tarde, cuando de casualidad metí mi dedo índice en la cera caliente de la vela. Dejé que se secara y empecé a hacer ruidito con mi dígito encerado sobre la mesa de madera. Al ratito, cumbias, tangos, boleros, rock, hip hop, reggae, hasta música punchi compuse con mis diez dedos encerados. La versión que mejor me salió fue "la ventanita del amor se me cerró" de Daniel Agostini, el ex de Nazarena Velez.Rechazé la posibilidad de dejar letras para dedicarme de lleno a la música, cuando la vela dejo de ser vela y la cera se desparramó por toda la cocina.

Mi tarde de este sábado lluvioso pasó un poco lenta, pero con buena música por suerte.

Les adjunto un parrafito que salió en Clarín. Me encanta:
"Audiencia de conciliación en el living de Susana. Porque, por si no lo sabían, Nazarena Velez y su marido, Daniel Agostini, están separados. Y si no lo sabían, evidentemente son ustedes personas muy poco actualizadas: hace ya tres meses que no comparten la misma casa. Tres meses y ustedes como si nada; como si oyeran llover.No hay caso, eh; no hay dolor que los conmueva.Como nosotros en cambio sí somos seres sensibles, anoche nos quedamos prendidos de este desgarrador conflicto personal, que sólo por ser ajeno ya nos interesó. Y no crean que lo hacemos de puro chusmas. Nada de eso. Es, simplemente, nuestro limitado intelecto: la problemática ajena siempre nos resultó mucho más comprensible que la propia."

Lo mejor que tiene este artículo es la ecuación a la llegan casi al final:
Hombre celoso + mujer semidesnuda = tenemos un problema.

Las buenas noticias son que, hace poquito, vi a la mujer semidesnuda en canal 9 en el programa de juegos de Carla Ponte y se la veía contenta (y con ganas de serrucharle el piso a la otra) . Bien por Nazarena. Duerman tranquilos hoy a la noche. La Velez ya no sufre.